Adiós a una leyenda de la comedia Puertorriqueña: Yoyo Boing, la voz del entretenimiento boricua, fallece a los 93 años

La partida de Yoyo Boing, el legendario comediante puertorriqueño, a los 93 años, deja un legado imborrable en la televisión, radio y teatro en Puerto Rico, siendo una voz emblemática del entretenimiento en la isla.

El comediante y actor Luis Antonio Rivera, reconocido como Yoyo Boing, dejó un vacío en el mundo del entretenimiento hoy, a la edad de 93 años, confirmado por su hija, Inés Rivera, a través de Primera Hora.

Rivera había enfrentado problemas de salud, siendo sometido a una cirugía cardíaca en febrero de 2017, y en 2020 sufrió un derrame isquémico que resultó en una parálisis parcial en el lado izquierdo de su cuerpo.

Nacido el 9 de abril de 1930 en Humacao, desde los 3 años vivió en Santurce. Mostrando interés en los medios desde joven, incursionó en la radio mientras estudiaba en la Escuela Superior Central en San Juan. A pesar de no haber terminado la escuela, ya era parte del Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico.

Su debut teatral fue en “El sol y los McDonalds” de René Marqués bajo la dirección de Ángel F. Rivera. Uno de los pioneros en la televisión puertorriqueña, su nombre artístico se originó en producciones de comedia de Tommy Muñiz.

Destacó en telenovelas como “María Lola” y “Cáliz de Plata” y películas como “La criada malcriada” y “Santa Clos es Boricua”. En la década de 1990 fue anfitrión de “Desde mi pueblo” y durante los últimos 19 años en “Puertorriqueñísimo”, ambos programas explorando la riqueza cultural de la isla.

En radio, se destacó en programas como “Con Yoyo en el tapón” y “Hoy en 940″, y como escritor con su libro “A reír con Yoyo”. También incursionó en el doblaje de películas y series durante la industria local de 1950 y 1960.

Recientemente, se unió a la campaña educativa Vamos Pa’l West, promoviendo los atractivos del oeste de la isla.

El humor característico de Yoyo Boing persistía aún en tiempos de adversidad. En una entrevista tras sufrir el derrame isquémico, compartió un mensaje de esperanza: “Todo ha sido aceptación, resignación y esperanza. Estas cosas pasan en la vida. Yo no pensaba que me iba a pasar. Pero hay que tener resignación, tener esperanza, echar para adelante”.