Wanda Liz Díaz Merced: Superando Barreras y Explorando el Universo

La Dra. Wanda Liz Díaz Merced da una lección de vida a muchos al persistir en su deseo de estudiar el espacio, lo que logró a través de la audición.

Wanda Liz Díaz Merced aún recuerda el instante en que escuchó por primera vez el sonido galáctico; ese momento marcó el inicio de su apasionante viaje hacia una profesión que anteriormente le parecía inalcanzable. A pesar de perder la vista debido a una condición médica, esta científica puertorriqueña se ha convertido en una figura prominente en el mundo de la astrofísica. Su labor titánica ha ganado reconocimiento en instituciones científicas de renombre en lugares como Sudáfrica, Japón, Escocia, Francia, Italia y Estados Unidos.

Wanda Liz ha sido protagonista en experimentos que demuestran cómo el sonido puede permitir a los astrónomos profesionales detectar eventos que, por su naturaleza, son invisibles para los humanos. Además, su trabajo en la zonificación de datos en el medio interestelar, su labor educativa sobre las ondas gravitacionales y la creación del primer libro doctoral de astronomía para personas no videntes han dejado una huella significativa en el campo.

A pesar de sus logros sobresalientes, Wanda Liz se considera una "jibarita", alguien con raíces humildes en la comunidad de Gurabo, Puerto Rico. Criada entre la barriada Nueva y el sector Hato Nuevo, esta inspiradora mujer es hija de padres trabajadores. Su padre, Heriberto Díaz Sánchez, trabajaba en mantenimiento en una farmacéutica, y su madre, Luz Eneida Merced, se desempeñaba como trabajadora del hogar.

Desde su puesto en el Centro Nacional Francés de Investigación Científica en la Universidad de París, Wanda Liz reflexiona sobre el arduo camino que ha recorrido para llegar hasta allí. A pesar de estar inmersa en el estudio de los secretos del universo, sigue conectada a su tierra natal, Puerto Rico, a través de los diarios locales.

El amor por la ciencia siempre estuvo presente en su vida. Wanda Liz recuerda con emoción un momento en su adolescencia cuando, durante un viaje de pesca en Humacao, observó meteoros cayendo del cielo. Fue un evento que la dejó maravillada y desencadenó su fascinación por el espacio exterior. Aunque su padre la ayudó a comprender que se trataba de meteoros, el asombro perduró en su memoria.

Inicialmente, su sueño era estudiar medicina, pero su condición de salud, relacionada con la diabetes, empeoró y perdió la vista. A pesar de las dificultades, Wanda Liz no se rindió. Su encuentro con el proyecto NASA's Radio JOVE, que convierte las detecciones de un radiotelescopio en sonido, marcó un punto de inflexión en su vida. A partir de ahí, su pasión por el medio interestelar se convirtió en su guía.

Wanda Liz completó su doctorado en Escocia y realizó trabajos postdoctorales en Harvard Smithsonian y en diversos lugares del mundo. Sus experimentos revelaron nuevas perspectivas en el campo de la física y la astronomía. A pesar de las adversidades, ha demostrado que la perseverancia y la pasión pueden abrir puertas insospechadas.

Hoy en día, Wanda Liz trabaja en el Centro de Investigación Científica Francés de la Universidad de París, contribuyendo al avance del conocimiento en el campo de las astropartículas y la cosmología. Su sueño es que Puerto Rico se convierta en un centro global de investigación científica multisensorial. Además, comparte un proyecto familiar de venta de plantas y jabones artesanales llamado Naturaluz.

La historia de Wanda Liz Díaz Merced es una inspiración para todos. Su determinación y dedicación la han llevado a superar barreras y explorar los misterios del universo. Su legado perdurará como un testimonio de cómo la pasión y la perseverancia pueden transformar vidas y romper límites.